22/3/16

Miguel Ángel Buonarroti: de cine --> EL TORMENTO Y EL ÉXTASIS


EL TORMETO Y EL ÉXTASIS (1965)


Miguel Ángel según la prestigiosa película de Carol Reed

     En esta película, protagonizada por un convincente Charlton Heston en el papel de Miguel Ángel y por Rex Harrison interpretando al duro Papa Julio II, se cuenta la historia de este gran artista florentino. El film se centra en el periodo de la vida de Miguel Ángel en el que el Papa Julio II le ordena pintar la Capilla Sixtina y los numerosos problemas que el artista tiene para llevarlo a cabo.

           Al inicio de la película, el narrador nos habla sobre las obras más célebres de Miguel Ángel, repasando sus grandes maravillas pictóricas, escultóricas y arquitectónicas. También nos explica brevemente dónde nació el artista y cómo fue su vida de joven.

           Verdaderamente, la película empieza con una de las grandes victorias militares del Papa Julio II. Como bien nos muestran, este Papa era un verdadero militar, que defendió Roma hasta sus últimos momentos de franceses y alemanes.

      Miguel Ángel aparece tallando la tumba del Papa, proyecto que se tomó muy personalmente, y para el que había proyectado 40 estatuas. Desde el primer momento nos muestran a un artista orgulloso, seguro de sí mismo y que no confía mucho en el Papa porque este no le paga. Incluso hace un Soneto a su santidad burlándose de él. Aun así, el Papa quiere que sea Miguel Ángel el encargado de su tumba. Repentinamente, el Papa le pide que deje la tumba, y le encarga que decore los techos de la Capilla Sixtina, petición contra la que se rebela el artista, porque él dice: “Yo soy escultor, no pintor”. Además, el salario que le proporciona es ínfimo (2000 ducados menos la renta de la casa que le da). A la vez, le llega una propuesta del Sultán de Turquía para construir un puente, y Miguel Ángel está tentado de irse.

        Una vez decidido a realizar la decoración de la Capila Sixtina, empieza a tener problemas con Bramante, el arquitecto y consejero del Papa, porque le coloca los andamios de forma que dañan el techo. Tras un enfrentamiento con el Papa, logra que le permitan colocar sus propios andamios. Pero todo irá empeorando: el artista se encuentra muy deprimido con el trabajo y desilusionado. No consigue dominar del todo la técnica del fresco y no le gusta cómo están quedando las primeras figuras que pinta. En un ataque de desesperación, destruye lo que llevaba de trabajo y huye de Roma. Bramante y el resto de consejeros rápidamente proponen a Rafael, el gran genio que por entonces solo empezaba a “gatear”, para que continuase con la obra. Pero el Papa Julio II solo quiere a Miguel Ángel, y ordena que se le encuentre. Este se había refugiado con Contessina de Médicis, hija de Lorenzo el Magnífico, la cual según la película, estaba enamorada de él. Comparando este dato con los históricos, no hay datos fiables que aseguren este hecho, es únicamente una creencia popular.

             Después de su estancia con la joven Médici, se esconde en las montañas sacando mármol. Allí, entre la naturaleza, le viene la inspiración sobre lo que podría hacer en la Capilla Sixtina, desechando el diseño con el que había estado trabajando, el cual le proporcionó el Papa. Decide entregarse, y ante la cólera del Papa le cuenta su idea, y hábilmente, consigue que este le permita realizar el nuevo diseño, y también consigue que le page algo más, aunque este diseño suponía multiplicar por diez el trabajo, y el salario no se multiplicó igual.

           Volvió a la Capilla Sixtina, y retomó los frescos, esta vez, completamente solo. El Papa no confiaba en que Miguel Ángel fuera capaz de acabar tan monstruosa hazaña, como él mismo dice: “yo proyecté un techo, el proyecta un milagro”. Los problemas vuelven, porque no le pagan lo prometido. Además, tiene un grave enfrentamiento con varios Cardenales que acuden a ver cómo va la obra, por la desnudez de sus figuras. El Papa tiene que intervenir en favor del artista, y le permite seguir pintando los cuerpos desnudos o semidesnudos. Con todo, Miguel Ángel enferma por el cansancio y el Papa le releva del cargo y se lo entrega a un ilusionado Rafael. La noticia cae como un jarro de agua fría sobre Miguel Ángel, pero realmente es una jugada maestra del Papa, para que este reaccione y vuelva corriendo a reclamar su obra. Así lo hace, y retoma las pinturas.

               La impaciencia del Papa, que cree que no acabará la obra antes de que él muera, le hace quitarle los andamios a Miguel Ángel para que la gente y él mismo puedan admirar la obra, aunque esté inacabada. Esto cabrea tremendamente al artista y le hace enfrentarse al Papa, el cual en un ataque de ira, le vuelve a destituir.

              Son Contessina y el propio Rafael quienes convencen a Miguel Ángel de que tiene que ir a pedir perdón al Papa porque tiene que acabar su gran obra. Este accede, y va a buscar a Julio II al campo de batalla, donde se enfrentaba con los franceses. El Papa estaba herido y muy alicaído porque creía que los franceses iban a tomar Roma y a destruir el Vaticano, por eso le dice a Miguel Ángel que vuelva si quiere, pero que los franceses destruirán su obra y no le dejarán seguir. Entonces, Miguel Ángel hace una gran jugada para que el Papa no se deje morir y luche hasta el final con los franceses: le cabrea con las pinturas de tal forma que Julio II, hombre de mucho carácter, se levanta de la cama para perseguirle, dándose cuenta de que no está tan acabado y que puede intentar luchar contra los franceses, cosa que logra y los acaba expulsando de Italia.

           Finalmente, Miguel Ángel acaba su gran obra, ante el asombro del mundo, y el Papa le manda hacer un nuevo fresco, y le da luz verde para seguir con su tumba, obra que Miguel Ángel siempre quiso hacer.

        La película se adapta totalmente a todos los datos históricos que os hemos contado anteriormente. Todas las obras nombradas son reales, igual que los periodos históricos. Se tiene constancia de que la relación entre artista y Papa fue así, aunque realmente nunca se sabrá exactamente, por lo que quizás es la parte menos fiable del film. Como ya he dicho, tampoco está claro que Contessina estuviera enamorada del artista. Verdaderamente Rafael y Miguel Ángel coincidieron en el Vaticano, y existía cierta rivalidad entre ambos, aunque se escinde de la realidad cuando Rafael le convence de que vuelva a la Capilla Sixtina, no se sabe nada de esa conversación.




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